Análisis de caso psicoterapéutico desde el modelo pulsacional: Personalidades sensibles

La importancia del estudio de casos en la clínica

Para hablar y aprender sobre psicoterapia, un aspecto fundamental es el estudio de casos. Analizar casos reales nos permite comprender cómo aplicar los conceptos teóricos en la práctica y desarrollar estrategias de intervención más efectivas.

En este caso, abordaremos la historia de una mujer de 30 años, cuya vivencia clínica nos permitirá explorar una tendencia de personalidad en particular, que descubriremos a medida que avancemos en el análisis.

Desde el modelo pulsacional, la comprensión del caso se realiza teniendo en cuenta tres dimensiones fundamentales:

1️⃣ El modelo pulsacional, que proporciona el marco de referencia para interpretar la casuística.
2️⃣ La historia de vida del consultante, que nos ofrece las bases para entender su estructura de personalidad.
3️⃣ El papel del psicoterapeuta, que integra e interpreta la información desde su propia subjetividad y experiencia.

Presentación del caso clínico

🔹 Historia y sintomatología:
La consultante menciona que se siente muy mal en sus relaciones de pareja, ya que no logra encontrar una conexión que le brinde estabilidad, amor y valoración. Además, experimenta mucha autocrítica y comparación con otras mujeres de su entorno, a quienes percibe como más bonitas, exitosas y con mayores posibilidades de conseguir pareja.

Esta constante comparación le genera un profundo sentimiento de insuficiencia y devaluación, hasta el punto de que no le gusta lo que ve en el espejo y siente que “le falta demasiado” para ser deseada.

🔹 Impacto emocional y físico:
Su sufrimiento no solo se manifiesta en forma de tristeza y rabia, sino también a nivel psicocorporal. En ocasiones, experimenta migrañas, aunque no logra relacionarlas con su estado emocional.

Desde el modelo pulsacional, sí podemos encontrar un vínculo entre su estado emocional y su sintomatología física, lo que nos lleva a profundizar en su historia de vida.

Historia de vida y construcción de la personalidad

Para comprender la estructura de la consultante, en el modelo pulsacional comenzamos explorando su mito fundante, es decir, las experiencias iniciales que han moldeado su tendencia de personalidad.

En su caso, identificamos una tendencia sensible, la cual se caracteriza por:
✅ Una fuerte necesidad de validación externa.
✅ Un sentimiento recurrente de insuficiencia y devaluación.
✅ Un alto nivel de emocionalidad y dramatización en sus vivencias.

Este tipo de tendencia suele originarse en contextos familiares donde, aunque hubo amor y cuidados básicos, también existió una fuerte exigencia, comparación o falta de reconocimiento emocional.

A lo largo de los años, este patrón se va reforzando y, en la adultez, se manifiesta en la manera en que la persona se relaciona con los demás y consigo misma.

💡 Desde la perspectiva pulsacional, el pasado no está separado del presente. La historia de la infancia sigue pulsando en la adultez, influyendo en las relaciones y en la manera en que la persona se percibe a sí misma.

Resistencias y defensas en el proceso terapéutico

Cuando una persona con tendencia sensible entra en un proceso terapéutico, pueden aparecer diferentes mecanismos de resistencia, que es importante reconocer para poder intervenir de manera efectiva.

🔹 Mecanismo 1: Dramatización del sufrimiento
La persona se mantiene en una narrativa de dolor constante, reforzando su sensación de insuficiencia. Aunque expresa un deseo de cambio, inconscientemente se aferra al sufrimiento como forma de validación.

🔹 Mecanismo 2: Resistencia a la transformación
Cuando el terapeuta propone nuevas formas de experimentarse a sí misma (ya sea a nivel emocional, cognitivo o corporal), la persona rechaza las alternativas porque siente que no las merece o porque representan un cambio demasiado abrupto para su estructura de personalidad.

🔹 Mecanismo 3: Transferencia emocional intensa
El terapeuta puede convertirse en una figura simbólica que despierta emociones contradictorias: en algunos momentos, la consultante siente una fuerte necesidad de aprobación, pero en otros, experimenta rabia o frustración hacia el terapeuta, reflejando sus dinámicas de relación previas.

Desde el modelo pulsacional, el papel del terapeuta no es “sanar” a la persona, sino ayudarla a integrar su historia, su cuerpo y su presente en un proceso de autogestión.

Estrategias de intervención en tendencia sensible

Para acompañar el proceso de una persona con tendencia sensible, es fundamental encontrar un equilibrio entre frustración y gratificación:

✔️ Frustración: Ayudar a la persona a reconocer los patrones que la mantienen en un ciclo de sufrimiento. Esto implica poner límites a ciertas narrativas repetitivas y ofrecer nuevas perspectivas.

✔️ Gratificación: Validar su historia y emociones sin alimentar la devaluación. Mostrarle que puede habitar su mundo emocional desde un lugar diferente, sin necesidad de perpetuar el dolor como identidad.

Ejemplo de intervención

📌 Caso: La consultante expresa que nunca se siente suficiente y que no puede dejar de compararse con otras mujeres.

🔹 Enfoque tradicional: Un terapeuta centrado en lo racional podría trabajar únicamente desde la reestructuración cognitiva, ayudando a modificar pensamientos negativos.

🔹 Enfoque pulsacional: Además del trabajo cognitivo, se incorpora el cuerpo como herramienta de integración. Se le invita a:

  • Observar su postura y respiración cuando habla de su devaluación.
  • Experimentar ejercicios de enraizamiento para conectar con su propio cuerpo.
  • Identificar cómo su energía se queda atrapada en la autocrítica y cómo puede redirigirla hacia el autocuidado y la construcción de su deseo propio.

💡 Objetivo: Que la persona pase de simplemente “entender” su problema a experimentarlo en su cuerpo y transformar su manera de habitarlo.

Conclusión: De la devaluación a la autogestión

La tendencia sensible, cuando se mantiene en su patrón de devaluación, perpetúa un ciclo de comparación, sufrimiento y búsqueda de validación externa.

El objetivo del proceso terapéutico no es “curar” a la persona ni convencerla de que “sí es suficiente”, sino ayudarla a que integre su historia, su cuerpo y sus emociones de manera más armoniosa, permitiéndole desarrollar autogestión en su vida cotidiana.

📌 Puntos clave para recordar:
🔹 La historia de vida sigue pulsando en el presente, influyendo en la percepción personal.
🔹 La tendencia sensible se sostiene en la necesidad de validación y en el miedo a no ser suficiente.
🔹 La resistencia al cambio es un mecanismo inconsciente que busca perpetuar lo conocido.
🔹 La integración del cuerpo en el proceso terapéutico permite abrir nuevas vías de transformación.

Este estudio de caso nos muestra la importancia de ir más allá de la palabra en terapia y trabajar con la persona en todos sus niveles: emocional, racional y psicocorporal.

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