La psicoterapia solo desde la palabra ya no es suficiente. En Pulsación hemos investigado e integrado diversas disciplinas —psicología, psicoanálisis, bioenergética, teoría de la complejidad, anatomía y neurociencias— para construir un modelo que entienda al ser humano de manera integral. Descubrimos que el cuerpo guarda todo:
✔️ Pensamientos.
✔️ Emociones
✔️ Historias no habladas.
Porque el inconsciente no solo se manifiesta en sueños o lapsus, también habita el cuerpo.
El beneficio de vivir las emociones:
Durante los primeros meses de vida, no hay palabras, solo sensación. La vida se siente, no se piensa. El bebé respira con todo el cuerpo, se mueve espontáneamente, vive las emociones con todo su sistema, sin filtro. Por eso, las memorias más antiguas son corporales. Cada célula intercambia información. Todo lo que no se procesa emocionalmente en su momento, se archiva en el cuerpo. Así se crean tensiones, síntomas, enfermedades.
Somos lo que sentimos:
El 96% de la información emocional que cargamos no es consciente. Y sin embargo, nos habita. Somos más que pensamientos, más que creencias. Somos lo que sentimos, cómo lo sentimos, y la forma en que esa información vibra en nuestro cuerpo.
No tenemos un cuerpo. Somos un cuerpo. Las emociones son energía en movimiento. Si esa energía no circula, se estanca. Si no se reconoce ni se gestiona, se manifiesta como inflamación, como dolor, como ansiedad, como síntomas físicos o crisis emocionales. Porque el cuerpo nunca olvida lo que la mente quiso callar.
Debemos aprender a sentir
La respiración y la consciencia corporal son claves en la gestión emocional. Respirar es abrir un canal hacia uno mismo. Es el acceso a ese niño, adolescente y adulto que coexisten dentro de ti. Las experiencias de tu infancia, las tensiones que viviste, las maneras en que aprendiste a defenderte, todo eso se guarda en el cuerpo. En este viaje psicocorporal, aprendemos a rastrear esas huellas, a escucharlas, a darles un lugar.
Por ejemplo, un niño que creció con figuras exigentes pudo desarrollar tensiones crónicas para sobrevivir emocionalmente. Hoy, ese patrón sigue activo en su cuerpo adulto. Comprender eso es abrir la puerta al cuidado.
Comprender las emociones y el dolor corporal
Además, nuestras emociones no se forman en el vacío. Aprendemos a sentir y a expresarnos según lo que vimos en casa, en nuestra cultura, en los vínculos. A veces, lo aprendido fue contener, callar, ocultar. Y esa energía, reprimida, busca destino.
Puede ir hacia adentro:
✔️ Enfermedad.
✔️ Ansiedad.
✔️ Tristeza.
O puede ir hacia afuera:
✔️ Enojo.
✔️ Irritabilidad.
✔️ Reactividad.
Por eso, trabajar el cuerpo no es accesorio, es fundamental. La psicocorporalidad nos invita a dejar de huir del cuerpo y comenzar a escucharlo. Porque ahí están las respuestas, los recursos, y también las heridas. Y solo cuando habitamos el cuerpo con presencia y decisión, podemos transformar el dolor en potencia.
En nuestro taller de emociones y dolor corporal descubrirás cómo tus emociones impactan tu cuerpo. Aprenderás a sentir, habitar y comprender tu cuerpo desde lo emocional. Incluye una práctica corporal para explorar tu propio malestar ¡No te lo pierdas!
